martes, 22 de enero de 2013

El decreto treinta y tres

Pongo risa de conejo
cuando me miro al espejo
y compruebo a mis espaldas
a los ilustres barandas
metiendo mano al cajón
y sacando a mogollón
todo lo que viene bien
del decreto treinta y tres:
tú te llevas, yo también.

Y vienen los desde arriba
escondiéndose en el IVA
y luego van los de abajo
diciendo que no hay trabajo
y los que están a mitad
se ponen a meditar
una y otra y otra vez
el decreto treinta y tres,
tú te llevas, yo también.

Ay madre que papelón, que follón
no se sabe si está dentro
o está fuera la prisión.

Y siempre sigo perplejo
con mi risa de conejo
y mi aire anarco burgués
de no sabe, ni entender
como con tal caradura
y con esta catadura
se nos ponen a vender
el decreto treinta y tres,
tu te llevas, yo también.

Por todo lo que se ha dicho
yo me pongo guapo y pincho
con mi risa de conejo
delante de un buen espejo
y mi aire anarco burgués
un corte de mangas es
recordarles que esta vez
el decreto treinta y tres,
se lo van a comer bien.

                    Jose Antonio Labordeta

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